lunes, 18 de noviembre de 2013

Ciprés




Ciprés


                       Que bien sé yo la fonte que mana y corre,
                          aunque es de noche.
                                                  
                                               Juan de la Cruz



El ciprés me abraza con su pecho de humo. Príncipe de paz que me traspasas con la esencia pura de tus ramas, ¿será este tu reino, este abismo al otro lado de la sombra? El atardecer me hiere con tu soledad rojiza en la bruma.
     Sé que me amas, esfumado, junto a los fríos monasterios. Me amas cuando amanece y la luz del sol derrama oro sobre ti. Cuando te vuelves aquella cúpula de cristal en las sierras nevadas.
     Príncipe de paz, amado que guardas el mundo, los lagos, las noches, haz que se disperse el polvo de todos los ojos,  y todos puedan verte en el dulce silencio de la quietud.


(De “Libro blanco”)

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